Esa noche helada, dar vueltas sin salida, buscando la fantasía en los zapatos dolorosos de un descontinuar, el llanto de la vida, la resurrección de los muertos no esta a mi vista, mi vista es inexorable, vasta y lúgubre, encadenada al futuro, al abismo del futuro, un abismo bello y fecundo como la idea mas clara que tengo de mi, la idea que no es errada, la idea que es la posesión total de la mente sobre su clarificación.
Esa noche helada,
el poema dado,
la sangre en sus ojos,
la idealización en sus tormentos con ojos huecos, con pelos caídos, con recónditos paisajes de lamentos que aspiran ser el futuro de aquellas miradas perdidas que hoy descubro rondar el fuego del centro que no es sino la herida del mundo por las creencias vulgares y retrasadas del encantamiento de los tres mundos de la tierra en cadena hacia la cárcel que intuyo desaparece.
deja de desprender,
ya creo es virtual,
ojala.
Esa idea de los muertos que están vivos es filosóficamente anti-científico y anti-humano pero si superficialmente supersticioso.
El muerto aparece cuando el negro destruye la apreciación del sano nefuste que fui yo en mi edad de horizonte al crepúsculo, al naranja primero ante-etéreo, concreto.
Así aparece la inclinación hacia el muerto que vive para mi en la punta de nuestro órgano sexual respectivo que no es sino el temor a la reafirmación de si sobre si.
Desde allí quiero decir, desde el órgano sexual se puede lograr la expansión del aura,
la aspiración del aire vital,
el descanso del alma genial,
la grandeza de los descubrimientos,
intuyo el amor en el aire,
intuyo el odio como superación del hombre,
el odio como el inicio y necesidad de la carne.
Escrito en Enero del 2004.
1 comentario:
que paja va el blog veronica, sigue siempre adelante, con ese fuego tuyo que me agrada mucho, en el que nuestra amistad se incendio, recuerda que te he querido. siempre te deseo lo mejor poeta pintora :)
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