No renunciaré jamás al lujo insolente – (empiezo este texto con el primer verso de un poema del poeta Cesar Moro)- de trasmitir y/o expresar mi visión personal a través de imágenes, estas son básicamente en colores y formas que adquieren por mi naturaleza total el estado y concepto de surreales.
Lujo que la vida me concede,
Insolente por “nadar” en contra la corriente,
Lujo insolente que me asiste pues siendo conciente de la realidad catastrófica y decadente en que se sitúa mi mundo físico, contexto o circunstancia en el que me sitúo de cierto modo, azar que me hizo nacer en esta época, explorar las cavidades de mi mundo interior y concretizar esté, al materializar sus paisajes surreales pintándolos y comunicar así la invisibilidad hacia el exterior para hacerla de este modo visible a mi y al creciente y deseado conocimiento de mi identidad total y en consecuencia también hacerlo visible al otro, es un cometido que difiere altamente de los propósitos en que la gente sucumbe en esta época.
Mostrar lo invisible es la tarea que me embarga con pasión, pasión y fervor hacia mi, necesidad vehemente de expresión, comunicación a mi entender única posible capaz de restituir el quebrado y limitado lenguaje que de ningún modo para mi, puede el de la palabra escrita hacerlo como lo hace el de la pintura y mucho menos aun el del malgastado lenguaje oral, síntoma evidente de la comunicación resquebrajada entre los seres humanos.
Para acabar citare a continuación un fragmento de un ensayo que escribí y que engloba (con lo escrito anteriormente) y explica de la única manera en que lo pude hacer y es de este modo;
“. . . Pintar imágenes como las que pinto yo, imágenes nacidas desde una imaginación abierta, ideas que toman su forma, formas que eligen su espacio y colores íntimos, es decir de una simbología particular, sin importarme los clichés de los colores, es decir, dejando de lado el pensamiento común y superficial de la realidad aparente que determina en su sistema de pensamiento, tal color es para tal cosa y tal otro para expresar tal otro sentimiento o idea, sistema que se desenvuelve en la superficie de la realidad. Experimento la sensación de usar el color de manera íntima, sobrepasando de esta y de otras maneras mas esa condición humana, que a mi entender desde siempre he tratado y ha sido mi lucha, de la que después de años he sido vencedora para poder poseer una libertad plena y auténtica desde la cual crear, óptimo estado del espíritu para la creación o como Nietzsche dice en su libro Ecce Homo: “Quien quiera ser un creador en el ámbito del bien y del mal antes tiene que ser un destructor y quebrantador de valores, y de esta forma, para realizar el mayor bien hay que cometer el mayor mal: en eso consiste la bondad creadora.”y ese mal, como después de muchos años dice el poeta Antonin Artaud, en mis palabras ; es esa destrucción que tiene que sucederse en uno mismo, en lo intimo de un guerra hacia si mismo, cometerse un mal para luego realizar la difícil tarea de construir sobre un terreno puro y nuevo, y para mi esa construcción consiste en la edificación de un mundo de pinturas, un mundo de arte, cimientos, ladrillos, columnas y techos uno sobre otro es la construcción que me embarga, construcción post-mortem, ese es el bien que me hago, ese es mi bien. . .”
Lunes, 7 de julio del 2008.
Verónica Cabanillas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario